¿Cómo debe tratarse a los animales de experimentación?

 

¿Cómo debe tratarse a los animales de experimentación?


¿Cómo debe tratarse a los animales de experimentación?

Tanto en España como en el resto de Europa, toda la legislación  alrededor de la experimentación animal se ha desarrollado siguiendo el principio de las tres erres: reemplazo, reducción y refinamiento.

El principio de reemplazo obliga a usar otras alternativas siempre que sea posible. Por ejemplo, modelos computacionales, cultivos celulares u otros procedimientos in vitro.

Sin embargo, en muchos casos resulta complicado poder reproducir la enorme complejidad de un ser vivo mediante otros modelos. Es el caso de las enfermedades genéticas, pues es casi imposible estudiarlas sin ratones, los cuales comparten el 95 % de los genes con los humanos.

Lo mismo sucede con las vacunas (como la del covid-19), cuyo desarrollo o efecto no se puede predecir mediante un programa informático debido a la complejidad del sistema inmunitario.

Por otro lado, el principio de reducción consiste en disminuir al mínimo posible el número de animales utilizados. Actualmente, se han desarrollado programas estadísticos que estiman el numero mínimo de animales de animales para obtener resultados fiables.

Por último, el refinamiento se refiere a garantizar el bienestar animal tanto durante el experimento como en el día a día. Esto incluye minimizar cualquier dolor o angustia que el animal pueda sentir.

Por ejemplo, algunas formas de mejorar la calidad de vida de estos animales son proporcionándoles jaulas grandes con papel u objetos con los que jugar o estabularlos en grupos en lugar de aislados.


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